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corrección de textos

Mejora la calidad de tus contenidos

Si estás pensando en publicar contenido, es imprescindible eliminar antes todos los errores. Las palabras transmiten la marca personal de su autor, y la mirada experta y objetiva de un profesional que cuenta con los conocimientos y la experiencia necesarios sabrá detectar cualquier tipo de problema lingüístico y solucionarlo. Existen tres tipos de corrección: estructural, ortotipográfica y de estilo, y la mejor forma de decidir cuál es la que necesita tu texto es mediante un informe de lectura previo.  

 

Corrección estructural o «editing»

Antes  de enviar un manuscrito a un concurso literario, agente o editorial en busca de su publicación, es necesario hacer un estudio global para comprobar posibles errores en su estructura y desarrollo narrativo. Aunque el estilo sea fluido e impecable a nivel ortotipográfico, si existen incoherencias, errores en la ambientación o los diálogos, falta de verosimilitud o una trama mal desarrollada, no tendrá la calidad necesaria. No se trata de una corrección de estilo, sino de una guía que permite evaluar los errores de forma y fondo para que el autor pueda subsanarlos antes de considerar el texto definitivo.

Corrección ortotipográfica

Detecta y elimina los errores ortográficos, gramaticales y de tipografía de un texto. Esto significa que se corrigen faltas de ortografía, fallos de puntuación y acentuación, erratas… y se normaliza el uso de mayúsculas, cursivas, negritas, versalitas, abreviaturas, símbolos y todo tipo de signos ortográficos para unificar el texto formalmente. Puede hacerse en formato Word o en el texto maquetado, donde además se repararan errores relativos a  espaciado, sangrías, alineación, viudas, huérfanas, notas al pie...

 

Corrección de estilo

Trata el texto en mayor profundidad que en la corrección ortotipográfica y tiene el objetivo de hacer la lectura más rica y fluida sin modificar el estilo del autor. Se subsanan errores habituales de sintaxis, semántica y gramática como repeticiones, redundancias, pobreza léxica, ambigüedades, uso incorrecto de tiempos verbales, fallos de concordancia, barbarismos, abuso de adjetivos, oraciones confusas o inconclusas, etc.

La corrección de estilo y la ortotipográfica son dos fases distintas donde se emplean  técnicas diferentes

y deben realizarse por separado para garantizar el mejor resultado.

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